Esta es una salsa cruda, que se hace rapidísimo y es un
excelente aderezo para lo que quieras: una ensalada, fideos, arroz o como en
este caso unas croquetas de coliflor, papa y zanahoria.
Lo primero es poner en remojo un rato las semillas de chía para activarlas y que se digieran mejor, potenciando la absorción de las enzimas y nutrientes.
Mientras tanto, lavar el pimiento con agua, bicarbonato y vinagre para sacarle pesticidas y fertilizantes.
Cortar ajo y colocarlos en un mixer, junto con las semillas
y el agua que se transformo en una especie de gelatina, parecida a la clara de
huevo.
A las semillas de chía se le atribuyen 2 veces la proteína de cualquier otra
semilla, 5 veces el calcio de la
leche entera, además del boro, mineral
que ayuda a la absorción del calcio en los huesos, 2 veces la cantidad de potasio de los plátanos, 3
veces más antioxidantes que los
arándanos, y 3 veces más hierro que las espinacas, a parte de grandes
cantidades de ácidos grasos esenciales
omega 3. También es fuente de magnesio,
manganeso, cobre, niacina, zinc y otras vitaminas.
Agregarle especias para mejorar el sabor, nosotros le pusimos pimenton y sal rosada del Himalaya.
Batir y decorar con perejil y aceitunas
Esperamos que la hagan y la disfruten!
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